martes, 24 de febrero de 2009

Ana no duerme -Almendra

La eñe también es gente por María Elena Walsh

La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.

Efemérides Culturales Argentinas
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Viaje hacia un futuro venturoso


Te quiero.Beso :)

Alfeñiques, dulces con eñe


Alfeñiques: en argentina,caramelos realizados con miel de caña de azucar, (son de la época colonial).
Solía encontrarlos en algún puesto al paso en la calle Florida. Los recordé porque desde hace tiempo que juego con la eñe y deseo aportar mi granito de arena para que se quede en los teclados y celulares,quiero destacarla,gracias Celestacha!(esto es amateur lo tuyo es un trabajo serio).
En otros paises hay otras golosinas llamadas alfeñiques,seguramente deliciosas y de origen más antiguo.(que nadie se ofenda,por favor!)
Es preocupante que esa letra esté queriendo ser eliminada y es muy grave para las personas con apellidos como Nuñez, Argañarás, Muñiz, Muiño... por eso juego con la eñe, la defiendo, la cuido desde hace años...
Sugerencia, ¿ que te parece empezar a usar un poco más la eñe y ponerla de moda? ¡Lo digo para la gente de Buenos Aires!! :)

Aroma a pan casero


Hoy mi recuerdo se remonta al pan recién horneado, aroma a hogar, a desayuno, a delicioso momento compartido...