viernes, 2 de mayo de 2014

Cuando eramos niños, Serrat


 Cuando tú llevabas trenzas, cuando yo era un chiquillo,
no había penas, no hacía nunca frío.
Con un juguete buscábamos la paz.
Tú con tu muñeca, yo con el caballo bravo.
¡Ning, nang, cómo resuena la gran campana...! ¡Recuerdos de buena hora vienen y van...! De un barco corsario yo era el capitán; de papel de periódico lo fabriqué. Collares y coronas lucías, gentil; eras reina a veces, o cautiva humilde. ¡Ning, nang, cómo resuena la gran campana...!
¡Recuerdos de buena hora vienen y van...!
Por Navidad nevaba, cantábamos canciones;
la madre nos daba barquillos y turrones.
Un poco de esperanza y nos veíamos pastores,
un soplo de alegría: ángeles sopladores.
¡Ning, nang, cómo resuena la gran campana...!
¡Recuerdos de buena hora vienen y van...!
Eran tiempos felices.
No necesitábamos más que caramelos y anises y juegos halagüeños.
Reíamos y nos estremecíamos, sabíamos soñar.
El nido lo teníamos en el campanario.
¡Ning, nang, cómo resuena la gran campana...!
¡Recuerdos de buena hora vienen y van...!