jueves, 14 de mayo de 2015

Des Fischers Liebesglück - Anna Prohaska


Des Fischers Liebesglück
Franz Schubert
en la joven voz de la soprano vienesa
Anna Prohaska

Por los prados fulgura
y me hace señas
un brillo pálido como una estrella
desde la habitación de la amada.

Engaña como fuego fatuo
y su destello
se balancea suavemente
en el círculo del ondulante lago.

Yo miro con anhelo
el azul de las ondas
y saludo al claro
rayo reflejado.

Y salto al timón
y hago balancearse la barquilla
hacia allí,
por el llano camino cristalino.

La amada se desliza abajo, confiada,
fuera del cuartito
y se apresura animosa
a venir hacia mí al bote.

Luego, los vientos benignos,
nos arrastran al interior del lago
hacia el lilo
de la otra orilla.

Las pálidas nieblas nocturnas
ocultan con velos,
a las miradas curiosas,
las bromas calladas e inocentes.

E intercambiamos besos,
y rugen las ondas,
oponiéndose a los espías,
con el caer y el crecer.

Sólo las estrellas
nos escuchan lejanas
y se bañan bajo la profunda senda
que abre la barca.

Así flotamos dichosos nosotros,
rodeados de la oscuridad,
caminando sobre
el centelleo de las estrellas.

Y lloramos
y reímos y pensamos,
separados de la tierra,
al estar ora arriba ora abajo.