
LA MAMMA MORTA
aria de la ópera Andrea Chénier
de Umberto Giordano
La mama muerta
en la puerta de mi cuarto;
Moría y me salvaba!
después, de madrugada
yo con Bersi vagaba,
cuando de pronto
un lívido brillo parpadeaba
y luces delante de mí
¡la oscura calle!
¡Miro!
¡Ardía mi casa!
¡Estaba sola!
¡Y alrededor de la nada!
¡Hambre y miseria!
¡La necesidad, el peligro!
Caí enferma,
y Bersi, buena y pura,
de su belleza hizo negocio,
¡algo bueno para mí!
¡Llevo la amarugura a todo el que me quiere!
Fue en aquel dolor
¡que me vino el amor!
Voz llena de armonía y dice:
"¡Sigue viviendo! ¡Yo soy la vida!
¡En mis ojos está tu cielo!
¡Tú no estás sola!
¡Tus lágrimas enjuto!
¡Estoy en tu camino y soy tu soporte!
¡Sonríe y espera! ¡Yo soy el amor!
¿Es todo lo demás sangre y fango?
¡Yo soy divino! ¡Te puedo hacer olvidar!
Yo soy el dios que baja al mundo
del empireo, y hace de la tierra
¡un paraíso! ¡Ah!
Yo soy el amor, el amor, el amor"
Y el ángel se acerca, me besa,
¡y es el beso de la muerte!
Mi cuerpo es de moribunda.
Conque tómalo.
¡Ya he muerto así!
Buenos días mi querida Cantares. Te deseo un Feliz y Bendecido Año 2016.
ResponderEliminarTe abraza con el alma, esta amiga de Venezuela.
SOYPKS.
Una de mis arias favoritas, y siempre, siempre en su voz.
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